Durante siglos hemos tratado de conceptualizar el estrés, término de origen alemán, que se emplea en sus inicios en las Ciencias Físicas, y que posteriormente, se comienza a oir en Inglaterra como stress, vocablo anglosajon que denota tensión, presión.
Muchos autores han tratado de definirlo desde perspectivas distinta tomando en cuenta al estrés como un estímulo, como una respuesta y como la interacción entre individuo - ambiente. La teoría que plantea al estrés como un estímulo, señala que este es cualquier situación capaz de provocar cualquier proceso de adaptación en el individuo, (Elliot y Eisdorfer, 1982), es decir, es visto entonces como una causa de tensión físico - emocional.
Por otra parte, Selye lo refiere como una respuesta inespecífica del organismo ante cualquier demanda, niega que sea un estímulo, porque estos los introduce como factores estresantes. Para él, estrés tomando en consideración el vocable anglosajon, es un estado de tensión que experimentan los cuerpos, al aplicarseles un estímulo o factores generador de estrés.
La última teoría, es la de Lazarus y Folkman, quienes perciben el estrés como la interacción que se sucita entre el individuo con sus recursos y el ambiente bajo las características de situación. Estos investigadores, toman en consideración la perscepción del individuo de lo que considera como factor estresante, tomando en cuenta su estructura cognitiva.