agosto 16, 2005

Cambios en el estilo de vida...


Presión arterial y cambios del estilo de vida

Bandolera a publicado este articulo interesante aunque ya concido por nosotrospero no esta de más. El estilo de vida es ahora el nuevo ideal color de rosa para la salud (o la bestia negra, o lo que sea). Ahora incluso los gobiernos se las ingenian para ver cómo se reduce la obesidad cambiando la dieta y aumentando el ejercicio. Esto está muy bien, pero a veces puede plantearse el problema de que la gente corriente no sepa en qué parte del mensaje concentrarse. ¿Debería perder peso o reducir la sal en la dieta? ¿Hacer más ejercicio o comer más fruta? La respuesta es que hace falta un cambio global del estilo de vida para colocar la tensión arterial en el límite alto de cifras moderadamente elevadas. [1]. Bandolera siempre ha tenido el sueño consistente en que una serie de cambios en los hábitos pudieran mantener a los medicamentos antihipertensivos bien a raya.
El estudio
En este estudio aleatorizado los participantes fueron generalmente adultos sanos con una presión arterial por encima de las cifras óptimas, y personas con hipertensión arterial ligera que no tomaban medicación. La presión arterial (PA) sistólica promedio después de tres visitas para su determinación tenía que estar entre 120 y 159 mm Hg y la diastólica entre 80 y 95 mm Hg . Los participantes tenían 25 años o más y un índice de masa corporal entre 18,5 y 45 kg/mm2. Se excluyeron a todos aquellos que tomaban medicación que pudiera afectar a la PA, a quienes consumían más de 21 unidades por semana de bebidas con alcohol, o a quienes padecían enfermedades graves.
Resultados
Hubo 810 participantes con una edad media de 50 años y un IMC de 33/kg/m2, de los cuales el 62% eran mujeres y el 34 % eran afroamericanos. La PA sistólica media inicial fue de 135 mm Hg y la diastólica de 85 mm Hg, con un 38 % de hipertensos (definidos como aquellos con una PA mayor de 140/90 mm Hg). Los participantes se distribuyeron adecuadamente al comienzo en los tres grupos. La mayoría (70-80 %) acudió al menos a 15 de las 18 visitas programadas en los grupos de intervención activa.
A los seis meses la PA se redujo en los tres grupos. En el grupo de sólo consejo la reducción de la PA sistólica fue de 7 mm Hg, siendo de 11 mm Hg en los otros dos grupos. La PA diastólica se redujo en 4 mm Hg y 6 mm Hg respectivamente. Las intervenciones lograron los cambios esperados con una mayor pérdida de peso (5-6 kg) en los grupos de intervención activa que en el grupo de sólo consejo (1 kg). Los participantes en el grupo de “lo demostrado” + dieta ADDH comieron más fruta y verduras, menos grasa y menos grasas saturadas, de forma que las intervenciones demostraron lograr sus objetivos nutricionales.
Lo más interesante fue la proporción de participantes que, a los seis meses, eran hipertensos (PA mayor de 140/90 mm Hg) o que tenían una PA óptima (120/80 mmHg o menos). La Figura 1 muestra que los mejores resultados, con más participantes con una PA óptima y con menos hipertensos se produjo en el grupo de“lo demostrado” + dieta ADDH; la Tabla 1 muestra el número necesario de personas a tratar para conseguir estos objetivos.

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